Seamos sinceros: la paternidad conlleva más preguntas que respuestas. Y cuando su hijo descubre la alegría de perseguir una pelota con sus amigos, usted puede preguntarse: "¿Con qué frecuencia debería mi hijo practicar o entrenar fútbol cada semana?". El objetivo es encontrar el equilibrio perfecto entre desarrollo, emoción y, lo más importante, diversión, sin presiones ni agotamiento. Esto es lo que todo padre futbolista reflexivo debe saber sobre cómo establecer el ritmo adecuado para la práctica.
A los niños les gusta la rutina. Al igual que los rituales a la hora de acostarse facilitan las noches, las sesiones semanales de fútbol ayudan a los niños a ganar confianza, sentirse seguros y disfrutar de un progreso constante. La práctica regular con una estructura consistente construye habilidades técnicas y sociales, fortalece la memoria y la coordinación, y alimenta la confianza a través de la repetición y el estímulo. Con programas estructurados como los de We Make Footballers, los niños se benefician de un sistema claro y progresivo: se introducen nuevos temas y habilidades semanalmente, guiados por entrenadores formados para apoyar el viaje de cada niño. Estas sesiones no sólo mejoran la habilidad futbolística, sino que también promueven hábitos saludables y vínculos sociales más fuertes, todo ello en un ambiente que da prioridad al juego.
Un horario no sirve para todos. La frecuencia ideal de los entrenamientos de fútbol depende de la edad, los objetivos y la forma en que su hijo se involucre en el juego. Veamos qué hay que tener en cuenta a la hora de configurar la rutina familiar:
Los niños de 4 a 6 años son los que más se benefician de una sesión divertida y atractiva a la semana. Estas sesiones introducen el movimiento y el trabajo en equipo a través de actividades lúdicas que mantienen a los niños activos y riendo. Para los niños de 7 a 9 años, dos sesiones a la semana pueden ser adecuadas, ya que ofrecen más estructura sin dejar de centrarse en el disfrute. Los niños de 10 a 12 años pueden estar preparados para dos o tres entrenamientos ligeros si muestran un gran interés y energía. La clave es asegurarse de que las sesiones sean divertidas y apropiadas para su desarrollo: cada niño debe sentirse animado y entusiasmado, no presionado.
Momento previo al entrenamiento: niño emocionado por la sesión de fútbol habitual.
We Make Footballers ofrece opciones tanto para jugadores recreativos como para jóvenes más ambiciosos. Los jugadores recreativos prosperan con una única sesión semanal que favorece el crecimiento personal, las habilidades motoras y las amistades. Para los niños con motivación o habilidad avanzadas, una mezcla de sesiones de grupo y entrenamiento individual opcional proporciona un desarrollo a medida sin sobrecargar. Incluso en los programas avanzados, el énfasis sigue estando en la participación segura y divertida, no en la competición de alto nivel.
Los entrenamientos semanales deben compaginarse con el horario escolar y familiar. Los programas de We Make Footballers se han diseñado pensando en la flexibilidad: los horarios de 39 semanas por curso académico y la facilidad de reserva en línea ayudan a las familias a integrar los entrenamientos en sus rutinas con el mínimo estrés. Con sesiones predecibles, su hijo puede mantener la concentración en la escuela sin dejar de disfrutar del juego activo, y los padres pueden planificar el futuro con confianza.
El crecimiento necesita equilibrio. Los niños necesitan al menos un día a la semana sin deporte estructurado, además de tiempo para dormir y jugar sin estructura. Esta recuperación favorece el desarrollo físico y evita el agotamiento, especialmente durante las temporadas intensivas o los campamentos de vacaciones. Los entrenadores de We Make Footballers controlan la energía de los niños y adaptan las sesiones para mantener viva la alegría, al tiempo que promueven límites saludables.
El viaje de cada niño es único. Algunos quieren mejorar su técnica, mientras que a otros simplemente les gusta divertirse. Los programas de We Make Footballers atienden a una amplia gama de necesidades, desde los que juegan por primera vez hasta los que exploran habilidades más avanzadas a través del Programa de Rendimiento o el entrenamiento privado. Si su hijo está explorando el fútbol por primera vez o soñando con metas más grandes, la rutina correcta es la que se adapte a su ritmo y personalidad.
Esto es lo más importante: constancia, equilibrio y diversión. La práctica semanal del fútbol -adaptada a la edad y a los intereses del niño- sienta las bases para un desarrollo sano y un entusiasmo duradero. Concéntrese en la diversión, consulte a su hijo y no se preocupe si la rutina cambia con el tiempo. En We Make Footballers, el objetivo es crear un entorno acogedor y flexible en el que todos los niños se sientan seguros, capaces y con ganas de volver cada semana. Olvídese de la presión: piense en progreso, risas y esa sensación inigualable de formar parte de algo especial.